1. Café del Art
Si te apasiona el café, tu sitio está en esta cafetería de La Latina. En su carta de bebidas encontrarás una amplia variedad de cafés naturales, algunos de ellos elaborados por métodos poco convencionales como el de goteo o el de inmersión japonés, además de infusiones, bebidas vegetales o kombucha.
Como acompañamiento, se pueden probar sus postres (mucho de ellos de origen portugués, como el pastel de nata), croissants dulces o salados y tostadas. Si os cuesta decidiros, os recomendamos probar la tostada «Reina Pepiada», hecha a base de crema de aguacate con mezcla de pollo, cebolla, cilantro y mahonesa, escamas de sal negra y pimentón de la Vera.
Plaza de Cascorro, 9 (La Latina)
2. El perro de Pavlov
Sin salir de La Latina se encuentra este pequeño y acogedor local, que es de lo más parecido a reunirse con amigos en el salón de casa. Eso sí, dejando pasar la mañana entre una oferta de lattes y tés, café espresso de especialidad, repostería de masa madre u opciones veganas y vegetarianas que difícilmente podríamos encontrar en nuestra despensa.
Ese es uno de los méritos de este oasis de tranquilidad: hacerte sentir como en casa. Se puede acudir cualquier día de martes a domingo y, además, se puede disfrutar de las exposiciones temporales de artistas locales que acoge.
Costanilla de San Pedro, 5 (La Latina)
3. Churrería Chocolatería La Encarnita
Cuesta hablar de un local como La Encarnita sin apelar a un recuerdo que, si no es universal, al menos es compartido por muchos: el de las frías mañanas de domingo de la infancia en las que la pereza del madrugón duraba hasta el momento en que cruzabas el umbral de la puerta y la promesa de un desayuno calentito cabía en una bolsa de papel marrón y un tarro de chocolate para llevar.
Este negocio familiar, de los míticos del barrio, continúa haciendo churros, porras y chocolate caliente con la misma dedicación que cuando abrió y con el trato de quien sabe que, antes que clientes, sus parroquianos son vecinos.
Calle de Meléndez Valdés, 45 (Chamberí)
4. Frutas prohibidas
Una opción vegana que lo tiene todo: es bonita y luminosa, trabaja con productos locales y bio y sirve unos desayunos y brunches espectaculares, tanto en sabor como en presentación. Hay café de especialidad (tostado allí), zumos, smoothies, kombucha, limonadas… Y su amplia variedad de acompañamientos harán que vuelvas para poder probarlos todos.
Especialmente recomendados sus huevos benedict veganos, que por algo son su plato estrella: están hechos a base de avena, aceite de oliva virgen y algas, y van servidos sobre una tostada de pan de masa madre multicereal y cama de aguacate smashed napado en salsa «prohibida».
Calle de Conde Duque, 26 (Conde Duque)
5. Pan y pepinillos
Marta de Miguel, una de las dueñas, define Escorial, la calle en la que se ubica Pan y Pepinillos, como un pueblo. Y las sinergias que crea con los vecinos del lugar invitan a pensar eso mismo. Parte de la bollería la hace La Creueta, mientras que el pan y los croissants los traen de Santos Bakehouse, una pastelería de reciente apertura en Malasaña y cuyo éxito ha sido casi inmediato. A esto se le suma un café de especialidad que es gloria bendita.
Calle el Escorial, 2 (Malasaña)
6. Acid Bakehouse
Acid, como muchas de las cosas que triunfan en esta vida, empezó siendo una cosa para convertirse en otra. Primero, en 2017 abrió Acid Café, una cafetería de especialidad que sigue brindando servicio a los religionarios que frecuentan el número 9 de la calle Verónica. Y luego abrió la cafetería y panadería a la que nos referimos y que está en Antón Martín. Pueden presumir de tener uno de los mejores panes Madrid y otras tantas delicias que venden in situ y que hacen en el obrador que alberga la propia cafetería.
Calle de la Magdalena, 27 (Lavapiés) y calle Verónica, 9 (Las Letras)
7. HanSo Café
No hay ningún otro sitio en Madrid en el que se desayune como en HanSo Café. Para que esta frase se entienda: no hay ningún otro sitio en el que puedas comer una tostada de aguacate con Dukkah (mezcla de especias egipcias) o su sándwich de kimchi y bacon. Además de eso, claro, tienen otros clásicos del desayuno tradicional y opciones para comer.
Calle Pez, 20 (Malasaña) y costanilla de los Ángeles, 7 (Ópera)